viernes, 28 de enero de 2011

Qué dia más raro. Nada tiene sentido. En los lugares donde ahora me pierdo son en los que antes me había encontrado. Todo es demasiado perfecto para ser real. Me hundo en mis pensamientos con una facilidad pasmosa, cuando yo quiera, el mundo desaparecerá...
Paseo por la calle y obsevo lo que me rodea.. un músico toca el violin.. una música lenta, pero animada. Un abuelo con cara de frío, su abrigo abrochadísimo y su puro en la mano, fuma la última calada de ese prohibido placer y así como a escondidas, desaparece entre los callejones..
Una familia dobla la esquina, dos padres jóvenes llevan a dos niñas de la mano, las dos llevan abrigo rojo un juegan a chincharse pensando que sus padres no les ven, aunque no saben que sus padres sonríen, felices de tenerlas.
Doblo la esquina, llego al parque. Me siento en el banco y saco de mi vieja mochila una bolsa de chuches que he comprado hace unos minutos. Aún tengo tiempo para llegar a casa y me entretengo pensando en lo sucedido esa tarde.
Derepente vuelvo a estar en esa azotea. Jugando, explorando, siendo una niña niña otra vez. Le veo, sonrío.
Otro recuerdo, su familia, el salón, su abuela, si casa, su primo, sus  primas, su tío.
De nuevo, sin saber cómo ni porqué otro recuerdo más. Un beso, lento, sueve, con cariño. Una mirada, limpia, sincera, tranquila, brillante.
Y así poco a poco, recuerdo y recuerdo, me pierdo en mi propia realidad.
Un ruido me trae de vuelta a la vida real, el móvil. No sé como pero ha pasado ya un buen rato, tengo las manos heladas y no siento los pies.
 Me he dado cuenta de que llego tarde,  así que salgo corriendo intentando dejar mi mundo a parte.
Busco las llaves, abro, saludo a un par de vecinos y corro escaleras arriba. Antes de entrar, me calmo, respiro, disimulo. Antes de entrar, me preparo.
-¡Hola!
-Hola, llegas tarde
-Lo sé, lo sé lo siento. Pero no ha sido mi culpa, el autobús se ha retrasado.
-La próxima te vas en el anterior.
-Vaaaale mamá.
Entro en mi cuarto, tiro la mochila me cambio y me voy a la ducha. Tardo un rato, debajo de el agua caliente se está demasiado bien.
Al rato ceno, veo la tele con mi familia y me acuesto.
Nadie más sabe lo ocurrido hoy, para todos ha sido un día más, sin nada especial. Para mí ha sido mágico. Único.



Llamadme loca, llamadme exagerada.
Soy Clara, y soy feliz.
K.

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