¿Y qué pasa si quieres escribirlo todo y no sabes como?
Coger la vieja libreta marrón, llena de fotos, papeles, apuntes, risas, sueños, decepciones.. Esa que tiene las esquinas rotas, las puntas dobladas y la portada gastada.
Llevártela a la cama como un tesoro, tu mayor tesoro. Con cuidado ojeas las páginas, y te ves a ti escribiendo, llorando, riendo...
Da la impresión de que han pasado siglos de aquello, pero hace exactamente 365 días. Trescientas sesenta y cinco historias o más. Te acomodas, la almohada doblada hace de respaldo, te acurrucas entre cojines y lees. Empiezas a reír, a avergonzarte, a llorar, a pensar, revives cada experiencia hasta terminar las trescientas sesenta y cinco historias o más.
Poco a poco te percatas de que se acabó la libreta marrón, que con miedo, inseguridad y pena, la cierras. Como un capítulo más de nuestra efímera vida, se acaba.
Has comprado una libreta verde, parecida a la marrón, pero diferente.
Afv.
3 comentarios:
que entrada mas perfecta!
me ha encantadooo♥
al fin y al cabo siempre de alguna u otra forma terminaras recordando miles de cosas de tu pasado;
pero lo mejor en esos casos es recordalo con amor, y mirar asi con mucha mas disposicion al presente, para poder en un tiempo leer con alegria esa nueva libreta verde :D
Cuidateee y un beso.
yo también releo diarios de cuando era pequeña y me da de todo, risa, vergüenza, alegría... Es bonito pero a la vez triste ver el paso de la vida, cómo cambian las cosas, y cómo cambia uno mismo... un besito :D
:D GRACIAS! Me alegro de que os haya gustado y que os sintais identificadas!
unbesodelosenormes :D
Publicar un comentario