lunes, 5 de septiembre de 2011

Abrió la botella de ese licor viejo que guardaba en el armario. Estaba reservado para una ocasión especial, y esa lo era. Se tomó el primer chupito y sintió como descendía por su garganta, quemándole. Estaba sentada en la cama, la espalda apoyada en la pared, la música alta y sola en casa. No podía creerlo, ¿ de verdad era posible? Había aprendido algo de la vida  en ese momento. a veces, las personas que mas queremos son las que más daño nos hacen y aún así somos incapaces de dejarlas ir. Se perdonan una y otra vez, y con el tiempo el dolor agrio del principio se supera. Nunca estaría sola, era su propósito, se dijo que si ella era capaz de querer, de una forma u otra también le querrían a ella.

Como decía esa era una ocasión especial. era la primera vez que se dejaba perder la cabeza, y le había encantado. No había ocurrido como tantas veces había soñado, pero mereció la pena. Acababa de comenzar una nueva etapa. Sabía que no duraría para siempre pero por primera vez no tenía miedo. Sabía que la vida es muy puta.. que cuando menos lo esperas te abandona. Disfrutaría del momento como no lo había hecho nunca, siendo valiente, ella misma. Si se caería sufriría el golpe y después con esfuerzo, se levantaría. 




afv

2 comentarios:

Of the soul. dijo...

Muchisimas gracias por comentarme en el blog, y por pasarte. COn cada comentario me sacais una sonrisa ! (L)

Born to be wild! dijo...

Me encantooooo!
hay veces que el miedo se va, y te sientes libre y con fuerzas para ser feliz, y encontrar tu rumbo.
un besooo, cuidate ü