domingo, 20 de noviembre de 2011

Ni el más frío de los inviernos era un problema. no hay nada que no solucionara una buena peli, un chocolate caliente comprado a última hora en la tienda de la esquina y una buena manta. Desde la ventana , podían ver la ciudad iluminada con unas luces preciosas, la Luna las superaba a todas y en un cielo aparentemente vacío, la única que brillaba era ella. Hacía mucho frío así que cerraron la venta y se acurrucaron bajo la manta. Se miraron, sonrieron, se besaron, se volvieron a mirar, volvieron a sonreír, se volvieron a besar. Sentía un sensación de plenitud muy difícil de describir, tenía el bello de punta y la sonría tatuada en la cara. 
afv

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