miércoles, 8 de febrero de 2012

Echo de menos el otoño.
La ciudad luce naranja, amarilla, rojiza.. Todo va más lento, más tranquilo. Es tiempo para todo. Lo mismo hace sol y calor del bueno, de ese que te llama a salir a la calle que llevas una chaqueta y paraguas.
Me gustan los árboles justo antes de que las hojas se cansen del paisaje y decidan caer al suelo. 
En otoño todo es posible, es un tiempo nuevo, de cambios, de renovarse.
Extraño pasear por el río, ver hojas navegando sin rumbo o escondiendo al frío suelo que se empeña en no ser visto.


Echo de menos ese tiempo indefinido.




Afv

No hay comentarios: