miércoles, 29 de diciembre de 2010

Ahhhh! ¡Qué nervios, qué nervios, qué nervios! Cuando llevas mucho tiempo sin ver a una persona que te importa mucho, cuando por fin has quedado, las horas antes del momento son horribles y preciosas a la vez.
Estas nerviosa, no paras de pensar en qué pasará, que te pondrás, que sucederá, no tienes ni idea de como transcurrirá la tarde, y, aun así, no puedes evitar que se te escape una sonrisa cada que miras el reloj y ves que ya queda menos.
En realidad, es un nerviosismo injustificado, piensalo, todo será normal, las horas transcurrirán y dentro de poco volverás a estar en tu casa más feliz que una perdiz. Sin embargo, te llenan, en ese momento no puedes quitarte la sonrisa de la cara, estas tranquila, serena, y lo único que quieres es poder compartirlo todo.
 Es muy bonito pensar que, esa persona está igual que tú, puede que no lo escriba en un churro de blog, o que no se lo diga a nadie, pero el simple hecho de que este feliz, de que se acuerde de ti, y vea pasar las horas cada vez más nervioso, hace que tú también seas feliz.

Sé lo que estas pensando y si, es una parnaoia.

k.

No hay comentarios: